¿A qué juegos podré jugar? – Legalidad

Los juegos se cargan mediante programas que “emulan” el funcionamiento de una consola concreta o de una máquina arcade real. Estos emuladores consiguen ejecutar los juegos en una plataforma para la que no están diseñados, como es el caso del ordenador.

El uso de estos emuladores es completamente legal existiendo versiones tanto de pago como gratuitas.

La legalidad de los emuladores se ha puesto en entredicho por los grandes fabricantes de videojuegos en varias ocasiones. Uno de los casos más famosos es la demanda de Sony contra Connectix. Sony demandó en 1999 a Connectix por crear un emulador de su primera Playstation. Aunque inicialmente Sony ganó la primera sentencia, Connectix apeló y finalmente venció. Connectix argumentó que su software era una implementación para una plataforma totalmente distinta (como es el PC) y que, por tanto, su software era un producto con un código distinto y no una mera copia obtenida mediante ingeniería inversa. A pesar de tener muchas similitudes en su código fuente, ya que Connectix desensambló totalmente el código de la primera Playstation para saber el funcionamiento de cada línea y después lo reprodujo, éste le ganó la partida a Sony y supuso un punto de inflexión sobre la legalidad de la emulación.

Los juegos, a diferencia de los emuladores, sí contienen el código original con el que fueron programados y no se modifican en absoluto. Para poder ser emulados se extraen directamente de la placa hardware del juego original (o del cartucho, disco o cinta en el caso de las consolas) y se vuelcan a un fichero de datos.

En las máquinas recreativas el código de cada juego se guardaba en memorias de tipo ROM (read-only memory), que son memorias de sólo lectura que no se borran cuando se apaga la corriente. Estás memorias estaban situadas dentro de la placa hardware original. El proceso de volcado de las memorias ROM, con el código del juego, a un fichero de ordenador se conoce como dumpeo (Dumping).

Por esta razón los juegos emulados se conocen en la jerga común directamente como ROM´s. No obstante, un juego puede estar compuesto por una o por muchas ROM´s, ya que muchas veces estas placas tenían varios chips de ROM´s.

Por tanto, los juegos son un conjunto de ficheros ROM´s extraídos de la placa hardware original del fabricante, y como es lógico, su uso en un ordenador es obviamente ilegal, aunque sea para uso exclusivamente personal. Sin embargo, como veremos a continuación existen algunas excepciones.


Por ejemplo, si se ha comprado legalmente el juego, bien sea en su placa original, cartucho, disco o cinta, sí es posible utilizar la ROM de ese juego ya que, en este caso, se está utilizando una copia de nuestro propio juego (backup) y es completamente legal tener copias de seguridad para nuestro uso exclusivo. Esto es así siempre que los derechos de autor del juego en concreto permitan esta posibilidad de hacer backups (lo establece la empresa que fabricó dicho juego), ya que no todas lo permiten.

Por otro lado, hay ROM´s de juegos que han sido creadas desde cero copiando el aspecto y jugabilidad del original. En estos casos, se podría entender que si la ROM no es una copia exacta del código, sí es legal, dependiendo en ese caso sólo de los derechos de autor que establece el autor de la copia del juego. Sin embargo esto no es así puesto que los derechos de autor no protegen el código únicamente, sino también la idea y el concepto del juego. Un ejemplo es la demanda que presentó Atari contra Philips por el juego K.C. Munchkin, muy parecido a Pac-Man que lanzó Atari en 1980. Atari ganó la demanda ya que el juego de Philips era demasiado parecido al original y no aportaba nada nuevo

Sin embargo, en la práctica utilizar ROM´s de juegos antiguos no es algo perseguido por las grandes compañías de videojuegos y menos aun cuando no se tiene ánimo de lucro. Esto se debe a que el uso de estas ROM´s no perjudica a los fabricantes de videojuegos puesto que los juegos emulados hace años que no se comercializan. No obstante, no deja de ser ilegal y por tanto es una cuestión personal decidir si se usa un juego sin tener el original y sin que los derechos de autor lo permitan. Es por ello que en este libro no se facilitan juegos.

La legislación sobre derechos de autor es distinta en cada país. Cuando se trata este tema de manera global, a pesar de existir tratados internacionales (como el convenio de Berna o los tratados WCT o WPPT), no existe un “derecho de autor internacional” como tal. Generalmente, en caso de conflicto, prevalecen los derechos de autor del país en el que se ha creado el contenido, que en este caso son los fabricantes de videojuegos.

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